Mi Club, el histórico boliche de Banfield, a punto de cerrar.
En funcionamiento desde 1950, es el boliche más antiguo de América. Por la pandemia, atraviesa su peor crisis.
Hace casi cuatro meses que las puertas de Cochabamba 249, en Banfield, están cerradas. Allí funciona desde hace 70 años el Complejo Mi Club, hoy consagrado como el boliche más antiguo de América. Al menos tres generaciones de vecinos de la Zona Sur pasaron por el mítico santuario que ahora, debido a la pandemia de coronavirus, atraviesa una crisis que podría hacerlo desaparecer.
Historias de amor y desamor, momentos épicos, anécdotas de amistad y recuerdos intachables: todo eso guarda en sus rincones el complejo fundado en 1950 por Rubén Mattiauda, cuando solo tenía 15 años. Ahora, a sus 85, mira con orgullo y cariño la empresa familiar que hace décadas le da trabajo a 70 personas y que atraviesa el peor momento de su historia. “Es una estructura muy costosa de mantener. Los meses pasan y las perspectivas no cambian”, contó en diálogo con TN su hijo Adrián Mattiauda.
“La situación de todas las Pymes es crítica. En nuestro caso, además, fuimos los primeros en cerrar y creemos que seremos los últimos en volver a abrir”, señaló quien dirige el boliche hace 20 años. “No tenemos delivery ni ventas o fiestas online. No hay nada que pueda reemplazar lo nuestro, que es el trato con la gente”, afirmó sobre la posibilidad de reinventarse hasta que pase la pandemia.
El boliche abrió las puertas por última vez el 6 de marzo y nunca había estado tanto tiempo sin funcionar. El único antecedente es durante la gripe H1N1, cuando cerraron el lugar por dos semanas.
“En este tiempo nuestros ingresos cayeron a cero. Solo nos queda preparar algunos protocolos para cuando sea el regreso y llevar la situación lo mejor posible con el pago de los sueldos”, explicó el empresario. “Es difícil reinventarnos y hacer todo online, porque tienen que cambiar muchas costumbres: lo nuestro es la interacción social, juntarse con amigos, compartir una copa. Hoy es difícil pensar la noche sin eso”, expresó.
Mi Club es parte de la historia de Banfield y, en estos días, los vecinos sienten su ausencia, sobre todo los sábados, cuando empieza a caer la noche y en la cuadra todo es silencio. “No podemos verlo desde el lado empresarial, acá hay mucho sentimiento. Esto vuelve todo más difícil: no es fácil cerrar algo que fundaron hace tanto tiempo tus viejos”, manifestó Mattiauda.
Los dueños del espacio esperan que las autoridades les permitan abrir a modo de bar antes de que sea el regreso de los boliches. «Nos adaptaremos poniendo mesas grandes y ajustando protocolos. Eso nos serviría para generar, al menos, algo de ingresos. Es una opción para arrancar más temprano, sino va a ser muy difícil volver«, expresó.
«¿Te acordás cuando íbamos a bailar a Mi Club?», es la frase que se repite en las mesas familiares de cientos de vecinos de Zona Sur. Abuelos, padres e hijos comparten recuerdos en el boliche, donde también se celebraron cientos de cumpleaños, despedidas de fin de año, casamientos y fiestas de egresados.
Según Mattiauda, Mi Club fue el primer boliche en «enganchar» la música y adoptar juegos de luces. «En los comienzos, el ingreso era de traje para los hombres y de vestido largo para las mujeres. Al lado del complejo había una casa que alquilaba zapatos, corbatas, cortaba el pelo y arreglaba la barba a los hombres», relató.
El próximo 8 de julio Mi Club cumplirá 70 años en la movida nocturna de Zona Sur y, el festejo que preparaban los trabajadores del lugar, deberá reinventarse en tiempos de coronavirus. Sin embargo, Mattiauda cree que no les faltarán las muestras de cariño de los vecinos que, todos los años, sin importar en qué parte del mundo se encuentren, les envían mensajes de agradecimiento por las historias que vivieron en el tradicional boliche banfileño. «Ese cariño nos mantiene en pie ante tanta tristeza», confesó (fuente TN).
POR EQUIPO DE REDACCIÓN
- Fuente: