Modos guiados: ¿cómo operar en tiempos de pandemia? – Columna para En el subte
Por Florencia Rodríguez Tourón – La pandemia producida por el COVID-19 modificó radicalmente la forma en que vivimos: cómo trabajamos, estudiamos, nos divertimos, nos juntamos con otros y, claro está, cómo nos movemos. Con la implementación del ASPO, los cambios en la movilidad del AMBA produjeron un desplome de la demanda de transporte público, comprometiendo seriamente la sustentabilidad operativa y financiera de los sistemas.
En ese escenario inicial, desde la Fundación Metropolitana nos propusimos abrir un canal de diálogo y formulación de propuestas que permitieran mejorar la calidad de las políticas públicas para el sector. En el marco del Foro “Transporte público & COVID-19”, la semana pasada la conversación giró en torno a los modos guiados. Con la moderación de Julián Bertranou, Coordinador de Investigación del Instituto del Transporte de la UNSAM, el panel contó con la presencia de reconocidos especialistas y decisores: Martín Marinucci -Presidente de Trenes Argentinos-, Ester Litovsky -Gerente de Planeamiento Estratégico y Control de Gestión de Metrovías- y Miguel Cafiero -CEO de Siemens Mobility-. En estas breves líneas intentaré resumir sus principales aportes.
Desde el punto de vista de las operadoras, el COVID-19 implicó resolver muy rápidamente un desafío inmediato: ¿cómo adecuar los modos
El uso de tecnología ocupó un papel relevante, con foco en la administración de flujos de personas para evitar la concentración. Litovsky hizo referencia, en este sentido, al uso de cámaras para monitoreo y detección de puntos de conflicto en el subte y Marinucci, por su parte, contó la experiencia del sistema de reserva anticipada de pasajes en hora pico que está funcionando actualmente en los trenes metropolitanos para “aplanar la curva” de demanda. Desde la mirada de la industria, Cafiero enfatizó la importancia de la digitalización y la necesidad de incorporar crecientemente herramientas de crowd management y sistemas de automatización, electrificación y señalamiento para optimizar el uso de lo existente.
Si bien en un inicio el transporte público fue catalogado como vector de contagio y se desalentó fuertemente su uso, todos los expositores coincidieron en la necesidad de armonizar el objetivo de garantizar accesibilidad con el objetivo sanitario. La buena noticia es que, como detalló Litovsky, existe una evidencia científica cada vez más consolidada respecto de que, utilizando las medidas adecuadas, el transporte no constituye un cluster de infección. Continuando con las acciones preventivas antes descritas y procurando que los pasajeros no hablen ni consuman alimentos a bordo, una ocupación de 3 personas paradas por m2 sería razonable para garantizar un viaje seguro. Si bien este valor es menor a la ocupación normal en hora pico, permite vislumbrar un escenario de recuperación de demanda en los próximos meses. En el subte proyectan que podría llegar al 70% en 2021, asumiendo que el trabajo y estudio a distancia, el e-commerce y el cambio modal durante el ASPO producirán cambios más permanentes.
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