La inflación del semestre arranca con una fuerte presión de alimentos

Después de que se conociera el dato de que la inflación de diciembre llegó a 4% y que el rubro “alimentos y bebidas” fue el de mayor incidencia con una suba de 4,4%, varios economistas señalaron que esta foto se repetirá por lo menos durante los próximos meses con aumentos en el rubro del orden del 4% mensual.

La economista María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, consideró que los precios seguirán hacia arriba. “Vemos un aumento de precio en los alimentos básicos por encima de 4% mensual y estimamos que esa tendencia va a seguir, más allá de Precios Máximos, por lo menos durante el primer trimestre del año”, pronosticó.

La analista de Ecolatina Agostina Myronec dijo que ese rubro promedió 4% en los últimos tres meses, por un lado, por la autorización de incremento de los precios de consumo masivo a mediados de octubre y, a partir de noviembre, por una aceleración del valor de la carne lo que agudizó el carácter regresivo de la inflación. Eso, dijo, se vio en las canastas básicas que treparon 6% en octubre y 4% en noviembre, mientras que en diciembre no se vería una desaceleración.

“En el corto plazo va a ser muy difícil que se logre una desaceleración significativa y sostenible en el tiempo del precio de los alimentos, por lo menos en los de Precios Máximos, porque en 2020 cerraron apenas por encima del 20%, es decir 15 puntos porcentuales debajo de la inflación dejando en evidencia que se acumularon presiones en este frente”, opinó.

Coincidió con ambas Guido Lorenzo, director en LCG Consultora: “Vemos que lo que parecía ser, en principio, un reacomodamiento de precios relativo, es decir, la carne subiendo muy fuerte, resultó ser un fenómeno generalizado. Los datos de avance para las dos primeras semanas de enero muestran una inflación de alimentos de 4,4% mensual, no dando aún señales de moderación”, explicó. Dijo, además, que, si bien hay medidas para controlar esos aumentos como Precios Máximos, “no se ve un buen panorama”.

“Creo que la inflación en alimentos y bebidas va a seguir subiendo entre un 3,5 y un 4 y pico por ciento mensual, que es lo que subió en el último semestre o, mejor dicho, desde agosto hasta lo que va de enero producto de varios factores, pero, principalmente, porque es un mecanismo de cobertura ante la incertidumbre en torno a cuál será la inflación de este año. En esa incertidumbre en la que el Gobierno te dice que va a ser del 29% y los relevamientos del 50% se produce este fenómeno de buscar cobertura para no perder. Los únicos que no pueden recuperar son los salarios”, agregó el economista.

Precios Cuidados y Máximos

Con el comienzo del año se conoció que el programa Precios Cuidados se renovará con un promedio de aumento del 6,5% e incluirá a 800 artículos, mientras que aún no está cerrado cómo continuará Precios Máximos, medida que hasta el 31 de enero mantiene inamovibles los valores de unos 100.000 productos.

“Hay un atraso muy grande de precios que, en la industria, es de alrededor de 35%. El aumento de 6% es muy poco y nos deja con sabor a nada. Tiene que haber una corrección paulatina y responsable para no tener una brecha tan grande. La industria ha apoyado y sigue apoyando Precios Cuidados, pero no así a Precios Máximos que ha sido un fracaso”, opinó Martín Cabrales.

En tanto, Daniel Funes de Rioja de la asociación que nuclea a los productores de alimentos, Copal, dijo que la indefinición en torno a Precios Máximos no es buena para los planes de producción que no se hacen en una semana sino con un horizonte más amplio.

“Desde julio del año pasado que advertimos que, si se mantiene ese descalce entre costos y precios de fábrica y se sigue ampliando la brecha, puede empezar a haber líneas que reduzcan su producción o directamente se dejen de hacer ciertos productos”, afirmó.

Más allá de esto dijo que los faltantes actuales se pueden deber a cuestiones estacionales, ya que hay fábricas de vacaciones, problemas de distribución personal de licencia o localidades con restricciones por el Covid-19.

Por su parte, Ignacio Noel, de Sociedad Comercial del Plata y dueño de Morixe Hermanos, dijo que si bien no es su caso, pueden existir empresas que no produzcan o que lo hagan en menor medida por la situación de costo-precio. “Hay una cuestión planteada públicamente que es que los precios de las materias primas subieron mucho y eso no se traslada a precios. El trigo subió un 60% y la harina no llegó al 20% en 2020. La tonelada de girasol, que estaba US$280 a principios de 2020, hoy está US$400 y a eso se le agrega el tipo de cambio que pasó de $60 a $85. Son dos vías de aumento. Si están los precios controlados y las materias primas suben, la oferta va a ser menor”, cerró.

Por: María Julieta Rumi
Agencia : LA NACION

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