Es hipoacúsica, tiene un hijo con autismo y necesita cambiar un implante de 25 años; IOMA no lo autoriza

Viviana Romina Fuentes tenía tan sólo 9 años cuando en enero de 1996, un equipo con los mejores especialistas del país le realizó en el oído izquierdo el primer implante coclear en la historia del Hospital de Niños de La Plata, Sor María Ludovica. Poco tiempo antes, una meningitis casi termina con la vida de la chiquita. Y aunque lograron salvarla, la enfermedad le hizo perder la audición en ambos oídos. Hoy vive con otitís crónica, su salud se deteriora y la obra social IOMA no autoriza ni acompaña a la joven.

El diagnóstico fue terminante y le cambió la vida para siempre: Hipoacusia Bilateral Profunda, o sea que sus oídos ya no escucharían más. El implante coclear revirtió esa sordera. Casi 25 años después, Viviana lucha desde hace largo tiempo contra la burocracia. Es que deben operarla y cambiarle (de forma urgente) ese primer implante porque le descubrieron un colesteatoma en ese oído izquierdo que fue protagonista de los avances científicos de los ‘90; desde el año pasado viene reclamando los avales de la obra social que no da respuestas.

Un colesteatoma es una tumoración benigna del oído medio o de la zona de la mastoides que crece con el tiempo y puede producir una infección, que Viviana ya padece. IOMA ya decidió no cubrir el costo de esa práctica con débiles fundamentos.

Viviana sufre físicamente y psicológicamente, al igual que sus hijos de 6 y 12 años que la ven deteriorarse día tras día. A todo esto, hay que resaltar que su hijo mayor sufre de autismo y necesita mantener una fluida comunicación verbal con su madre.

Pero ella no es la única víctima del laberinto burocrático que es IOMA: “Si IOMA me hubiera aprobado la prótesis nueva solicitada y los insumos de mi nuevo implante, hoy no estaría viviendo este calvario que vivo: alergias contantes no solo con sinusitis crónica si no también erupciones en la piel. Pero lo más importante es la pérdida auditiva que me causa todo esto que es demasiado por mis años de audición. Y es una pérdida en el lenguaje para mis dos nenes, tanto para el chiquito como para el más grande. El no poder oírme y no poder escucharlos es un retraso en el desarrollo de ambos en etapas críticas de crecimiento”. ‘IOMA me está dejando sin la posibilidad de volver a oír, me sentencia a seguir siendo sorda”, indicó la joven platense que reclama que alguien de respuestas y su salud no se deteriore más.

 

Carta Abierta

“La realidad AÑO 2021 A UN PASO DE PERDER MIS OIDOS.. Mi nombre es Viviana soy la primer implantada de la ciudad de La Plata año 95, perdí mis oídos a los 9 por una post MENINGITIS B.
A partir de ahi mi vida se convirtió en dos mundo: oyente y no oyente. Tengo 36 años, soy madre de dos niños hermosos, mi nene más grande tiene autismo (TGD), luego del contagio por COVID 19 se me regeneró el colesteatoma del oído izquierdo; mi primer oído implantado y mi sostén auditivo”.

 

“Ya me lo había extirpado en el 2018 pero podría volver a regenerar . IOMA denegó una prótesis nueva y no me cubre los insumos para el implante del oído derecho que hoy luego de operarme en el 2018 del mismo sigo sin poder utilizarlo por la falta de las baterías, pero para ellos yo oigo, si oigo con una prótesis de hace 26 años que me deben retirar por el tumor porque está INFECTADA y ya me saco todo nuevamente de lugar. Hoy por hoy mi oído corre peligro y mi salud también al seguir sosteniendo esta prótesis en mi cabeza. Lamentablemente la perdida auditiva sería un retraso muy grande para mí como para mí nene con autismo y mi otro hijo más pequeño. Necesito de la ayuda de todos; que esto llegue a los medios de comunicación; que entre todos podamos juntar ese dinero o poder mejorar mi calidad de vida y la de mis hijos.. gracias”; finaliza la carta de la joven.

 

Padece por su hijo

 

IOMA le hace padecer además por los tratamientos de su pequeño con TGD: “el psiquiatra lo trata particular  ya que nadie atiende por la obra social por la mora en los pagos a los profesionales. La acompañante terapeutica de mi nene no cobra desde mayo del 2020; lo mismo sucede con la fonoudiologa. Lamentablemente mi realidad comprende a mi hijo que está en la misma situación porque a él aún no le aprobaron la medicación que debe tomar desde que ingresé el 28/12/20; la renovación meppes; así estoy desde el el 11/12/20 con el trámite de Musicoterapeuta y de diciembre del año pasado con el trámite de renovación de acompañante a domicilio”, puntualizó Viviana que es auxiliar de la Dirección General de Cultura y Educación.

 

 

 

Data judicial

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