El Gobierno, en favor de una recuperación económica “con perspectiva de género”

En una entrevista con la agencia Télam, la subsecretaria de Políticas de Igualdad de la Nación, Pilar Escalante, advirtió que “la mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres” y opinó que para corregir asimetrías es necesario que haya “una promoción y una recuperación económica con perspectiva de género”.

La recuperación económica que revelan algunos indicadores “debe tener perspectiva de género” debido a que “la mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres”, consideró este jueves la subsecretaria de Políticas de Igualdad de la Nación, Pilar Escalante.

La funcionaria, politóloga con orientación en Análisis Político y graduada en la Universidad Nacional de Rosario, sostuvo además que, “sin dudas, hoy tenemos derechos que hace cuatro o cinco años no teníamos y cuya ausencia nos ponía en riesgo”.

En una entrevista con la agencia Télam, Escalante apeló al concepto de interseccionalidad para analizar la disparidad de realidades que marca la vida de las mujeres en relación a su entorno y a sus posibilidades.

“No es lo mismo ser una mujer de clase media, universitaria, que ser mujer en una barriada, o pertenecer a pueblos originarios o afrodescendiente, tener un trabajo registrado que no”, valoró.

En ese sentido, Escalante opinó que para corregir asimetrías es necesario que haya “una promoción y una recuperación económica con perspectiva de género”, pues “no está separado el género de la clase, por lo que la mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres”.

En esa línea, apuntó como “una clara política el reconocimiento de años de aportes de jubilación a aquellas mujeres que se han dedicado a cuidar, a criar niños”, lo que les permitió “acceder a una jubilación cuando de otro modo no lo hubiesen podido lograr”.

“No está separado el género de la clase, por lo que la mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres”.
Pilar Escalante

También resaltó la importancia del programa Registradas, a través del cual los ministerios de las Mujeres y de Trabajo, la AFIP y el Banco Nación apuntan a la “creación y administración de trabajo en casas particulares, un sector altamente feminizado y en el cual se perdieron 280.000 puestos de trabajo durante la pandemia”.

En ese sentido, el informe 2020 sobre “Condiciones de empleo, trabajo y salud de Trabajadoras Domésticas de Casas Particulares” del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, estimó que existen cerca de 1,4 millones de personas que realizan trabajo doméstico en casas particulares, que cuentan con un bajo nivel de acceso a derechos como obra social (9,4%), aguinaldo (18,8%) y seguro de accidente (3,3%).

Por otra parte, y conforme a la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, la principal ocupación de las mujeres es el servicio doméstico remunerado: representa 16,5% de las mujeres ocupadas, y 21,5% de las asalariadas; tareas extremadamente feminizadas: el 96,5% son mujeres.

Siempre de acuerdo a ese organismo, la crisis de la pandemia Covid-19 produjo efectos negativos sobre la economía y reforzó las brechas de desigualdad preexistentes: en la Argentina, cinco de cada 10 mujeres participaba en el mundo del trabajo antes de la pandemia; y hacia el segundo trimestre de 2020, el más duro de la emergencia sanitaria, eran cuatro de cada 10.

Con todo, y en relación a la tarea que ha desplegado en los dos últimos años el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Escalante dijo que “hay más políticas de acompañamiento” y puso como ejemplo el programa Acompañar para situaciones de violencia.

“Era un reclamo histórico del movimiento de mujeres y diversidades, que pueda haber un acompañamiento integral, con una erogación presupuestaria, con un aporte económico, psicosocial, de salud, para poder efectivamente salir de ese círculo de la violencia en la que tantas compañeras y hermanas están”.

En relación a esa problemática, evaluó que “se ha avanzado” y explicó que ha sido posible por la conjunción de “una decisión política” a través de las instituciones creadas a ese efecto “el empuje de un movimiento hermoso, que no va a parar de abrir agenda y de subirnos la vara para que sigamos trabajando”.

Luego, comparó el proceso que hace 70 años derivó en la sanción de la ley de voto femenino con la actualidad, “en la que los feminismos han tomado un lugar importante, donde temáticas y dimensiones que hemos tratado históricamente hoy son agendas de mayorías”.

Como políticas de Estado que acompañaron ese movimiento social en los dos últimos años, mencionó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la de Promoción al Empleo para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero, y -dijo- “la transversalización de género en todas las área de Gobierno”.

De todas formas, advirtió que “aún nos falta mucho por hacer, porque seguimos viviendo desigualdades enormes, sobre todo en las cuestiones de cuidados, en la distribución desigual de las tareas, que lleva a que las mujeres tengamos una sobrecarga enorme”.

“Participamos en el mercado de trabajo de aquellas tareas asociadas con los cuidados, que están menos pagas, tienen mayor precarización, y eso va llevando también a un círculo de feminización de la pobreza”, añadió.

Y opinó que “ahí hay un eje central” para trabajar y consideró que “las decisiones políticas, las políticas públicas, las que necesitamos para desarmar estas brechas, estas desigualdades, tienen que ser con las mujeres, lesbianas, travestis y trans participando activamente”.

 

  • Fuente: Télam

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