Donald Trump dominó las contiendas de nominación que tuvieron lugar de costa a costa el Súper Martes, el día de primarias más importante en el ciclo de elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024.

Quince estados celebraron sus primarias republicanas, incluidos los dos más poblados, California y Texas. Más de un tercio de los delegados (865 de 2.429) estaban en juego anoche.

Se necesitan al menos 1.215 delegados para ganar la nominación, de los cuáles 995 ya son del expresidente.

La amplia victoria de Trump en la jornada clave del ‘supermartes’, cuando se disputan más delegados en un solo día que en ninguna otra cita de las primarias, incrementa la presión sobre la última gran rival del expresidente, Nikki Haley, para que abandone la carrera republicana.

La precandidata ganó sólo en Vermont y vio los resultados de las elecciones en privado, sin eventos de campaña programados en el futuro.

Su campaña dijo en un comunicado que los resultados reflejaban que había muchos republicanos “que están expresando profundas preocupaciones sobre Donald Trump”, pero aún no oficializó las versiones de que se dispone a tirar la toalla.

Mientras tanto, la mansión de Trump en Mar-a-Lago estaba llena para una fiesta de victoria. Entre los asistentes se encontraba el personal del magnate y sus seguidores.

La multitud estalló cuando Fox News, que se reproducía en las pantallas alrededor del salón de baile, anunció que el expresidente había ganado las primarias republicanas de Carolina del Norte.

“Lo llaman ‘supermartes’ por una razón”, dijo Trump ante una ruidosa multitud. Además continuó atacando a Biden en relación a la frontera entre Estados Unidos y México y la retirada de Afganistán.

Hasta finales de mes, no habrá suficientes estados que hayan votado para que Trump se convierta de manera matemática en candidato a la Casa Blanca, a falta únicamente a partir de ahí de la nominación oficial en las convenciones de ambos partidos.

Pero el día más importante de las primarias hizo que un nuevo cara a cara entre Biden yTrump sea casi una certeza.

Tanto el demócrata Biden, de 81 años, como el republicano Trump, de 77, continúan dominando sus partidos a pesar de enfrentar dudas sobre la edad y de no tener una amplia popularidad entre el electorado general.