En defensa de su estrategia económica, Caputo decidió postergar la negociación formal con el FMI para acordar un nuevo programa
Durante los últimos cuatro días, el jefe del Palacio de Hacienda mantuvo encuentros con Georgieva y el staff del Fondo para ratificar que abrirá el cepo financiero cuando considere que esa decisión técnica no implica poner en peligro la estabilidad del plan de ajuste.
Desde Washington, Estados Unidos – Esta noche, Luis Caputo regresa a Buenos Aires después de haber explicado en Washington que no abrirá el cepo financiero a cambio de obtener un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI). Caputo describió su hoja de ruta durante los encuentros que mantuvo con la directora Gerente Kristalina Georgieva y los inversores extranjeros que participaron de un cónclave a puertas cerradas organizado por el Banco Santander.
El ministro de Economía considera que una apertura anticipada del cepo puede afectar la estabilidad del plan de ajuste, y para evitar esta hipótesis de conflicto decidió postergar la negociación formal con el FMI y mover hacia la obtención de un REPO que le permita saldar las deudas pendientes en 2025.
El razonamiento de Caputo implica una lógica circular: si se levantara el cepo, habría una devaluación espontánea cuando se unifiquen los distintos mercados, y ese alineamiento causaría una corrida que no se podría contener por la escasez de dólares en el Banco Central.
Desde esta perspectiva, el ministro decidió mantener el status quo y postergar la negociación con el FMI por un nuevo programa. Caputo no quiere que le impongan metas que pueden afectar el plan y complicar el escenario político frente a las elecciones de medio término en la Argentina.
“Yo no vine a pedir plata, vine a que me escuchen”, aseguró Caputo en una de sus tantas reuniones en DC.
Con ese pragmatismo político, el jefe del Palacio de Hacienda significó que no tenía necesidad de entrar en el laberinto de una negociación con el Fondo, estableciendo así un punto de inflexión que deja atrás las experiencias que sufrieron desde Bernardo Grinspun (1983) a Sergio Massa (2022).
La estrategia de Caputo descoloca al staff del FMI: siempre esperaba que Argentina pidiera desembolsos y al final no cumpliera las metas. Ahora, el equipo económico explica que no descarta negociar un nuevo programa, pero sí ello significa reforzar las reservas del Banco Central sin afectar las bases del plan de ajuste.
El staff, Georgieva y Gita Gopinath -vicedirectora gerentes del FMI- no garantizan estos límites propuestos desde Economía, y el resultado fue concluir las reuniones, sacarse la foto de rigor y comentar lo obvio a los periodistas.
“Fue una muy buena reunión, estamos alineados con las prioridades del país”, dijo Georgieva cuando concluyó su encuentro con Caputo.
“La reunión salió muy bien”, señaló el ministro de Economía cuando se le preguntó sobre su encuentro con Gopinath y el staff del FMI.
Caputo tiene un eventual recurso financiero para pagar la deuda pública de principios de 2025, que evitaría forzar una negociación con el FMI en un período signado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Se trata de un REPO de 2.700 millones dólares que involucra -en principio- al Banco Santander y al JPMorgan.
Este REPO, que se anunciaría antes de fin de año, le permitiría al Palacio de Hacienda ganar tiempo para que la evolución del plan de ajuste aceleré la posibilidad de abrir el cepo sin causar un fuerte devaluación con impacto en la economía cotidiana.
–¿Qué va a pasar con el cepo?-, le preguntaron a Caputo durante la charla que ofreció ante los invitados especiales del Banco Santander.
–Vamos a salir del cepo. Pero es una cuestión de tiempo. No depende de nosotros, depende del mercado-, contestó el ministro.
Al margen de su estrategia de postergar en estos momentos una nueva negociación con el FMI, Caputo debate con el staff qué sucederá con las dos revisiones que aún están bajo la aprobación del staff y el board. Esas dos revisiones -que cierran el actual programa de Facilidades Extendidas- significan casi 1.000 millones de dólares en desembolsos, y el ministro cavila acerca de los pasos a seguir.
Caputo puede esperar la aprobación del directorio y sumar estos 1.000 millones de dólares a las reservas, o abrir finalmente la negociación con el FMI y en el eventual futuro programa agregar esos desembolsos que pertenecen al acuerdo que inició Mauricio Macri y ahora termina durante la gestión de Javier Milei.
El asunto formó parte de la agenda que trató el jefe del Palacio de Hacienda con la subdirectora Gopinath, pero en este viaje no tendrá un cierre definitivo. Caputo aguarda ahora que la burocracia del Fondo eleve al board los respectivos Staff Level Agreement (SLA) para cumplir el ciclo formal del acuerdo que termina a fin de año.
Lo más probable es que Argentina decida tomar los 1.000 millones de dólares y engrose las reservas del Banco Central.
-El cinco de noviembre hay elecciones en Estados Unidos. ¿Cambia la estrategia con el FMI si vence Donald Trump, a partir del vínculo personal y la sintonía ideológica que tiene con el presidente Milei?-, preguntó Infobae a un integrante clave de la comitiva oficial.
-No. Acá en Washington hay reglas de juego, al margen del nombre del futuro Presidente de los Estados Unidos. Sea Trump o Kamala Harris.
-Con Macri, Trump cambió las reglas de juego. El crédito que otorgó el FMI no estaba en los manuales.
–Fue un hecho excepcional. No creo que se repita.
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