Qué pasará con los precios de los neumáticos y las motos tras la baja de aranceles para importar
El gobierno oficializó la prometida reducción de los costos para la importación y, en ambos casos, tendrán alícuotas competitivas con las de otros mercados. También se incentiva la producción local de autopartes con menores aranceles para traer moldes y matrices.
Pasaron dos semanas entre la comunicación informal del ministro de Economía, Luis Caputo, y la publicación en el Boletín Oficial del decreto 908/2024 que confirma la baja de aranceles de importación para distintos rubros que benefician el desarrollo del negocio de la movilidad personal y partricular. Se trata de la reducción de la alícuota de importación de neumáticos de automóviles y motocicletas, de algunos modelos de motos, y de moldes y matrices, entre otros productos. Pero finalmente así ocurrió y desde este jueves comienza a regir la baja efectiva de alícuotas cuerdo a cada rubro.
En el detalle de cada rubro, el único ítem que tendrá un escalonamiento o progresión para la reducción de los aranceles es el de los neumáticos. Actualmente, los neumáticos ya pagan el 30% de arancel y no el 35% como era hasta septiembre. Esa alícuota bajará primero a 25% a partir del 1 de enero de 2025 y por el lapso de cuatro meses, hasta el 30 de abril. Desde el 1 de mayo bajará nuevamente en una segunda etapa a un 20% hasta el 31 agosto, para finalmente acomodarse en el 16% que el gobierno acordó como arancel de importación desde el 1 de septiembre de 2025.
“No va a cambiar mucho la ecuación en un primer momento. Al principio, los argentinos que viajan a Chile o Paraguay a comprar neumáticos van a seguir sintiendo la diferencia en el precio porque en esos países no hay ningún arancel, por lo tanto se pueden comprar neumáticos al mismo precio del país de origen. Cuando dentro de un año se llegue al 16% quizás no valga la pena viajar para comprar neumáticos con el costo del viaje en sí mismo. En Uruguay no es igual, allá los precios están igual que acá, pero los que viajan a cambiar los neumáticos son los que tienen autos de alta gama, que saben que en Uruguay hay variedad de modelos y marcas y acá, de ciertas cubiertas más específicas no se consigue mucha opción”, dijo un empresario del sector a Infobae. Sobre el mercado argentino, agregó: “Acá los precios ya no están tan altos. La baja de las ventas hizo que los precios estén incluso por debajo de adquisición. Los que compraron gomas caras ya las venden más baratas de su costo original para mover la caja”.
Sin embargo, hay un dato adicional que puede haber pasado desapercibido en el rubro de los neumáticos, y es la decisión del gobierno conocida la semana pasada, por la cual se elimina el valor criterio de los productos importados, una especie de precio mínimo que tenía por finalidad proteger la industria nacional respecto a los importados. Ese valor de referencia estaba colocado en un monto X para cada tipo de neumático y tenía un seguro o garantía que cubría algún eventual conflicto por una importación a precios por debajo de esa referencia. “Esa práctica, además de generar un costo adicional por la contratación de ese seguro, generaba que una mercadería que costaba $100 tenía que costar $200 porque a la Aduana se le ocurría que ese era el valor. Era un negocio”, comentó el empresario, para destacar que “eso es mucho más importante que la baja del arancel. Quitó el valor criterio o referencia, que era una barrera para proteger a los fabricantes locales, que se hicieron una fiesta estos últimos años con precios que duplicaban o triplicaban el valor internacional de un neumático gracias a esa herramienta”.
Motos importadas
Hay tres esquemas comerciales e industriales bajo los cuales se venden las motos en la Argentina: el esquema de importación de unidades terminadas llamado CBU (Completely Built-up Units), el de importación de las partes desarmadas pero incompletas a las que debe sumarse contenido local que se denomina IKD (Incomplete Knock Down), y el de importación de la totalidad de las partes para ensamblar sin contenido nacional que es conocido como CKD (Completely Knock Down).
El IKD es el único esquema que no tenía arancel, y es bajo el cual se venden todas las motos más populares, las de 150 cm3. En ese segmento, por lo tanto, no habrá novedades ni impacto en precios.
Las motos CBU o SKD, habrá distintas alícuotas. Las motos que van desde 50 cm3 hasta 500 cm3 serán las que menos arancel pierden porque bajan del 35% actual al 25%. Si bien es una reducción notoria, pareciera tener más sentido en función de proteger de algún modo a la industria nacional, que tiene en Honda Argentina, el Grupo Iraola y el Grupo Simpa, tres grandes centros industriales con generación de mayor cantidad de fuentes de trabajo, y cuyas operaciones masivas están en las motos de esas categorías.
Las motos con una cilindrada superior a 500 cm3 tendrán una mayor reducción de arancel, que pasará del 35% al 20% a partir de hoy. Son las motos de alta gama, importadas principalmente de Japón, Italia y Estados Unidos. También entran en este mismo porcentaje de reducción las motos eléctricas completas CBU o SKD.
Las motos CKD, que se arman completamente en Argentina pero no tienen componentes nacionales, tienen una situación diferente. Estos motovehículos ya tenían un diferencial importante de arancel que no era del 35% sino del 20%, y la decisión del gobierno fue que bajarán 5 puntos ese arancel para dejarlo en 15% para todas las cilindradas, es decir desde las motos de menos de 50 cm3 hasta las de más de 800cm3, y también todas las motos eléctricas que se importan desarmadas a Argentina para su ensamble local.
Matrices y moldes
Contrariamente a lo que mucha gente cree, que mejorar las condiciones para importar productos o insumos es una medida que atenta contra la industria nacional, la baja de aranceles en este rubro es una mejora para la producción local de autopartes y componentes.
Hay una relación de paralelismo con los autos que permite entender el beneficio de esta medida para la industria automotriz local. Hoy en Argentina se fabrican 16 modelos de automóviles y pick-ups. Estos son el Chevrolet Tracker, el Citroën Berlingo, el Fiat Cronos, la Ford Ranger, la Nissan Frontier, el Peugeot 208, el 2008 y el Partner, los Renault Logan, Sandero y Stepway, y los utilitarios Kangoo y Alaskan, los Toyota Hilux y SW4, y los Volkswagen Taos y Amarok. Ninguno de esos modelos podría producirse y dar trabajo a las 30.000 personas que emplean las automotrices y a las más de 150.000 indirectas del sector si no se pudieran importar partes e insumos.
Actualmente, entre el 50% y el 70% de los componentes de un automóvil argentino se importan, y para poder mejorar esa relación de localización nacional de partes, es fundamental bajar el costo de producción. Pero para hacer autopartes se necesitan prensas (autopartes estampadas) y/o inyectoras (piezas plásticas inyectadas). Sin embargo, lo que le da la forma para un modelo específico son las matrices en el caso de los estampados y los moldes en los plásticos inyectados. Sin estos dos elementos de nada sirve que una empresa tenga prensas e inyectoras sino puede producir las partes por falta de matrices y moldes. Era tan caro importarlos que se terminaba incentivando la importación de las autopartes terminadas en lugar de la producción local.
Este cambio mejora las chances de fabricarlas acá. Eso explicó a Infobae Juan Cantarella, presidente de la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), al decir que “bajar los aranceles de importación de herramentales del 35% al 12,6% es una medida que desde hace años se venía solicitando desde AFAC. Con este cambio se genera una estructura arancelaria más racional, más equitativa dentro de la cadena de valor, mejorando las posibilidades de desarrollo de autopartes locales. Con un mismo nivel de inversión se posibilita adquirir más moldes y matrices, tanto locales como importados. Esta medida, sumada al esquema de Repo stock, mejora la equidad arancelaria para la producción local”.
El esquema de Repo stock es un régimen por el cual se puede importar insumos en forma temporaria para fabricar y exportar a través de un cliente, como es el caso de un proveedor autopartista con la expo de una terminal. La decisión de no arancelar esas importaciones temporales, permiten a los fabricantes de autopartes, poder bajar un costo nacional para productos que se exportan, tanto directamente o dentro de un vehículo que se comercializará en el exterior.
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