COMUNICADO DE CAROLINA PÍPARO:

Luego de pasar por el hecho del que fueron victimas de la inseguridad brindo con sus palabras un comunicado.
Dejé pasar las horas para reponerme y poder mostrarles a mis hijos que su papá y su mamá estaban vivos y bien porque a su corta edad ya saben lo que la inseguridad provoca.
Hoy escribo con dolor por lo que me tocó vivir estos últimos días. Volver a ser víctima de un robo a mano armada, con 6 delincuentes rodeando tu auto, es vivir de nuevo una pesadilla. Que eso ocurra a dos horas de haber comenzado un nuevo año, le agrega una carga emocional más fuerte aún. Como ya conté, después del robo, cuando nos dirigíamos a hacer la denuncia, vimos a las personas que para nosotros nos habían asaltado, pretendimos ayudar a que la policía los encuentre y que no le pase a otra persona lo que me había ocurrido a mí, y es ahí cuando tuvimos un accidente en el que dos personas resultaron heridas y una tuvo que recibir lamentablemente cinco puntos de sutura.
Además del horror de lo que nos pasó, me tocó leer y escuchar una sarta enorme de mentiras y barbaridades que se dijeron sobre mi familia y sobre mí.
Hubo operaciones de todo tipo: desde poner en duda el robo que sufrí a manos de 6 motochorros, desacreditando a los vecinos mismos que llamaron al 911 para ayudarme, hasta inventar, entre muchas otras cosas, que mi marido es funcionario público, drogadicto, que intentó escapar, cuando fue él quien buscaba y finalmente encuentra a la policía mientras yo todo el tiempo pedí auxilio al 911.
No voy a caer en el facilismo de culpar a la policía: hubo un Estado en su totalidad que no estuvo.
Por respeto a la investigación sobre el accidente dejamos todo lo referido a ambas causas en manos de los doctores Fernando Burlando y Fabián Améndola, los mismos abogados que me representaron a mí, allá por 2010.
Estamos a disposición de la justicia, como corresponde, que en definitiva será la que dictamine sobre el robo que sufrí y el accionar de mi marido en el accidente.
Quiero agradecerle al Intendente de La Plata, Julio Garro, y a su gabinete, porque han puesto inmediatamente a disposición de la justicia todos los elementos con los que contaba el municipio.
Antes de terminar, quiero decir algo desde lo político: cuando en 2010 sufrí la salidera bancaria en la que me dispararon, y por la que una semana después perdí a Isidro, el entonces gobernador y varios de sus ministros con los que yo no simpatizaba en absoluto se pusieron a disposición mía y de la justicia para esclarecer el hecho y acompañar en el proceso.
Diez años después cuando vuelvo a ser víctima en la provincia de Buenos Aires el gobernador y sobre todo el ministro de seguridad muestran mezquindad política y personal. No solo no se liberan la totalidad de mis llamados al 911, sino que entregan solo 2 y casi 72 horas después permitiendo así que se ponga en duda la veracidad de lo que me pasó: un delito violento en manada y de noche.
Eso sin mencionar los que aprovechan para hacer politiquería pidiendo mi renuncia. Si, esos mismos que hablan de lawfare, del principio de inocencia y que son cultores del garantismo.
Me duele…. Me duele esta política miserable de desprecio por el otro. Habla de quien la ejerce, no de mí, ocúpense del delito, que no desaparece ensuciando a quien nada tiene que ocultar.
Las operaciones políticas pasan, la inseguridad lamentablemente queda y la sufrimos cotidianamente miles de argentinos de a pie, que laburamos, que no vamos custodiados por la vida. Lo que me sucedió a mí, le pasa todos los días, a muchísimos argentinos. Que nadie desvíe el foco.
Por último, quiero agradecer a la persona que encontró mi celular y lo puso inmediatamente a disposición de la Justicia: Si alguien encuentra algo más lo valoraría porque siempre llevo conmigo dos recuerdos muy importantes para mí. Esto también es parte de lo que me arrancaron hace tres días, y que yo guardo con mucha devoción en mi corazón.
Gracias a todos los que estuvieron ahí, apoyándome. Valoro mucho todo el cariño que me dan.

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